Antes de empezar a escribir como ha sido nuestra historia, no puedo dejar de mandar este aviso a todo aquel que esté planteándose tener un hijo (da igual la manera).
Hay que estar dispuesto a:
- Tener el salón como si de una ludoteca se tratara. Da igual que tengan su habitación, quieren estar donde tu estés, así que el salón parece una juguetería.
- Llevar el coche con una sillita tan grande (para un ser tan pequeño), que pierdes una plaza en la parte de atrás.
- La tapicería del coche tiene un nuevo estampado, compuesto por babas, mocos, galleta desmigajada, gusanitos entre los asientos, piececitos estampados en el asiento delantero por la parte de atrás...
- Escuchar durante un viaje que debería durar 3 horas (¡y que ahora por arte de magia dura 5!) música tan variada como "Miliki", el "Cantajuegos", "Rosa León"...
- Planchar cuando están despiertos los vampiros; si no plancharás con un niño en la cadera, o enganchado al cable de la plancha, o te tirará el pantalón de vestir que tanto te he costado hacer la raya...
- Probarte un vestido que vas a necesitar dentro de tres días para ir a una boda y que llegue tu hija y en un ataque de mamitis te plante un beso con la boca llena de pan en mitad del vestido (ahí estaba la abuela para arreglar el desaguisado).
- Irte a la boda, llevarte a la niña y en el mejor momento de la fiesta (vamos, cuando la abuela, la tía, la madre, ... de los novios se van y solo queda la gente jóven para irse de copas), tu también te tienes que ir porque la niña ya está hasta el moño de estar de fiesta. También puedes dejarte a la niña con los abuelos, pero no dudes ni un segundo que tendrás que venirte de la boda como alma que lleva el diablo porque la niña empezará a vomitar, o le subirá la fiebre, o se caeré y se hará una brecha, o ...
- Salir a comer el domingo con una maleta para 15 días: la comida, la merienda, la cena por si te enrrollas, el pijama por si se duerme en el coche no despertarla al llegar a casa, ropa de cambio por si se tira la comida, varios bodies por si le entra cagalera (que nunca tiene, pero que aparece en el peor momento), varios juguetitos para que se entretenga y te deje comer (el tuyo se entretiene con uno, pero claro hay que llevar para el resto de niños para que no se peleen), una manta por si hace frio en el restaurante, una camiseta de manga corta por si hace calor, varios baberos para la comida, la merienda y la cena; el apiretal por si le sube la fiebre, el dalsy por si le duelen los oídos, el termómetro por si da la sensación que está caliente... Vaya, que le dan por ... a la comida del domingo.
- No dormir por la noche de tirón. Si la niña no se despierta ya se encargará el "walkie" de tener interferencias, el gato de maullar porque tiene hambre, despertarte ha hacer pis 20 veces... Da igual lo que te despierte, cada vez que abres el ojo te levantas a mirar a tu hijo. Si no te levantas te da cargo de conciencia y no te puedes dormir.
- ¡Ay, amigos! y si nos paramos a hablar de los "momentos pareja"... La noche que la niña duerme del tirón, como te has levantado el día anterior a las 6.00 a planchar, te habías acostado previamente a las tantas de la noche fregando el suelo (si está despierta no para de pisar lo que está limpio), y llevas un día de perros en el trabajo; pues nada de nada. El día que parece que no estás muy cansada, que te sientes mona y cariñosona... ese día, la niña se despierta 20 veces, te mira con ojos de: "ya no quiero dormir más", le da la tos y parece que se ahoga (justo cuando llegas a la cuna, ha dejado de toser y duerme como un tronco),... En fin que todo el encanto se va al carajo. En cualquier caso, en esta situación habrá que aprovechar hasta sin encanto, que las oportunidades las venden caras.
En fin que tener un hijo es bellísimo, y eso que la nena solo tiene 18 meses, cuando tenga quince años y le sumemos la edad del pavo, las salidas nocturnas, las minifaldas-cinturón, el novio tatuado (su padre, sus tíos, su madre llevan tatuajes, pero claro somos buena gente) y vete tu a saber qué mas... ¡No quiero ni pensarlo!
Por ahora disfrutaremos con ella, cuando las "circunstancias" lo permitan que pese a todo es lo mejor que nos ha pasado en la vida.