Cuando conocimos a Míheret, se dormía sola. Donde la dejases se quedaba sin protestar, y claro si tocaba dormirse, pues se dormía y se acabó.
A los pocos meses de estar juntos, cuando llegaba la hora de acostarse y la echabas en la cuna comenzaba a llorar desconsolada.
Había que cogerla en brazos; se agarraba a la camiseta desesperada, y solo al cabo de un ratito lograba irse relajando y dormirse. La echabas en la cuna y seguía dormida. Si a lo largo de la noche se despertaba había que comenzar de nuevo.
La niña fue creciendo, y poco a poco la desesperación fue pasando; pero siempre a la hora de dormirse nos necesitaba junto a ella.
A lo largo de la noche, los paseos a nuestra habitación eran continuos, no todas las noches; pero si muchas.
Unas veces, se quedaba con nosotros, otras la acompañábamos a su habitación...
Poco a poco, los "paseos nocturnos" se fueron espaciando, y desde hace más o menos un año, si nos necesita en mitad de la noche nos llama desde su habitación.
Sin embargo, lo de dormirse sola no lo hemos conseguido.
Lo hemos intentado varias veces, con éxito durante unos días, pero al final no lo aguanta.
La última vez ha sido hace unas semanas.
Cuando comenzamos las entrevistas para la idoneidad, la psicóloga nos dijo que sería bueno ir intentándolo, porque cuando viniese el herman@ tendriamos menos "tiempo" para ella, y así no asociaría lo de dormir sola a la llegada del herman@.
Pues así lo hicimos. Hicimos una tabla para dibujar caritas contentas con premio incluído. Y lo consiguió.
Nos acostábamos las dos juntas, leiamos un cuento, rezábamos, mandábamos besos al abuelo y ya se iba relajando y se quedaba solita. Es cierto que no muy contenta, con la luz encendida y haciendo un gran esfuerzo, pero se dormía.
Sin embargo, llevo una semana más o menos, que la veo rara. Un poco retadora (aunque ya lo ha hecho otras veces), nerviosa e incluso un poco triste. Hasta en el colegio me lo han dicho.
Y el pasado miércoles explotó. Cuando llegó la hora de quedarse sola en la cama, no lo pudo soportar. Se puso a llorar como una magdalena. No quería que me fuese. Solo quería que me quedara un poquito mientras que ella "cerraba los ojos".
Y así lo hice. No pude soportar la manera en la que me lo pedía. Volvemos a irnos juntas a su cama. Tarda menos de dos minutos en quedarse dormida. Y yo me levanto y hasta el día siguiente no suele moverse.
En algunos momentos pienso que lo que fue una necesidad se ha convertido en un "vicio". Sin embargo, creo que no. Ella NECESITA ese momento, el no sentirse sola en el paso de la vigilia al sueño, el saber que estamos ahí, acompañándola.
Cuando hablamos sobre el tema, de que dirían sus amigas. Ella lo tiene claro. A sus amigas y a su profe no se le cuenta el tema. Le da vergüenza. Sabe que "debería" ser de otra manera, pero no lo puedo controlar, y sinceramente, por ahora, daremos "un paso atrás" y la acompañaremos a dormir.
Lo necesita así, la hace sentirse segura y como padres es nuestra obligación darle confianza, solo así podrá madurar cuando tenga que hacerlo.
Así que la pregunta de si hay problemas de sueño, pues en nuestro caso, puedo decir rotúndamente que SÍ.
Mucha gente me pregunta que cómo en la guardería se dormía sola. La respuesta es sencilla. Cuando se dormía en la guardería, o cuando se fue a la granja dos días, no estaba sola. La habitación estaba llena de gente.