Aún con resaca de la fiesta de fin de año, me cuesta expresar los bien que lo hemos pasado este fin de semana.
La fiesta de fin de año y el día de año nuevo 2002, que con tanto mimo había preparado Bego, ha sido una maravilla, han estado cargados de momentos chulos, de familias nuevas, de juegos, risas...
El viernes sobre las ocho llegamos a Miraflores los primeros invitados. El hotel estaba chulísimo y Paco que es un "máquina" ha conseguido que a los socios de Abay nos hagan un 10% de descuento.
La primera noche solo estariamos Paco con Charo y sus peques, y Javi y yo con Míheret. Gracias al foro recibimos la visita de Alba con su marido y sus peques (que son precisos); que venían a conocernos. Compartimos cena, anécdotas y los peques disfrutaron como enanos correteando por la Plaza. No os podéis imaginar como llegó la ropa...
A la hora oportuna, nos dispusimos a celebrar la "Nochevieja". Nos fuimos a una placita pequeña y allí encendimos unas antorchas chulísimas. En la plaza había chavalitos de botellón que nos miraban con la boca abierta, también recibimos la visita de un personaje bastante peculiar que cuando nos vió se quedó loco; más concretamente dijo:
"Estoy flipando" (no sabemos si por las antorchas o por el alcohol que llevaba en su cuerpo).
A falta de otra música, y por las insistencia de nuestros peques, cantamos el cumpleaños feliz y lo pasamos fenomenal. Las tres bellezas etiopes, repartieron margaritas amarillas a las quinceañeras y todos tan contentos.
El sábado nos levantamos tempranito y los peques se pusieron guapetones con sus trajes etiopes. Estuvieron pintando margaritas mientras que llegaban los demás. Muy prontito fueron llegando Elena con Marta, Mª José y Tomás con la pequeña Malena Faven, Bego con Lucía, Cristina, Irene y Anunci. También nos visitó la familia de Enrique con sus peques que están esperando a su hijo etiope.
En cuanto llegamos todos, estuvimos repartiendo por el pueblo margaritas amarillas tal y como manda la tradición. Airam fue el que más ímpetu le puso, ¡estaban muy graciosos!.
Mientras que llegaba la comida recibimos una visita esperadísima. Por fin pudimos conocer a Daniel, el nene de Abel y Soraya. ¡¡Es precioso!!. Es muy simpático y un provocador de mucho cuidado.
La comida, como no podía ser de otra manera, consistió en injera, café y música etiope. Tuvo un aire muy, muy etiope. En mitad de la montaña, con una lluvia fina que hacía que oliese a campo y que salvando las distancias nos hizo acercarnos por un momento al Entoto. Y como guinda del pastel estuvimos acompañados por el embajador de Etiopía en París que debió de flipar (como el de la noche anterior pero bebiendo Coca-cola), con la furgoneta de Paco como improvisada mesa de comida (le va a durar el olor a injera varios meses), con los niños correteando por mitad de la carretera, con Abel bailando al son de la música etiope...
A partir de ahí el fin de semana ha estado lleno de charlas sobre Abay, sobre la aventura de ser padres, de risas, de carreras de los niños por la plaza, de bailes etiopes y de Cantajuegos, de nuesvas visitas como la de Carlo y la de Ramón con la preciosisisisisima Lola...
¡¡¡Ha sido una maravilla!!!
Tanto nos ha gustado estar juntos, que en noviembre vamos a organizar otro fin de semana en Miraflores con Abay a pata incluído.
¡¡¡¡ESTAIS TODOS INVITADOS!!!!