Hace 10 días más o menos volvimos a la carga con el pañal.
La verdad es que en líneas generales no se nos está dando muy mal. En estos días se le ha escapado el pis dos o tres veces solamente; y aunque no lo pide si que se aguanta hasta que la mandas al orinal.
También hay que decir que hay que recurrir un poquito al chantaje para que se siente, pero bueno seguro que no tardará en pedirlo.
Otro "cantar" es la caca.
La semana pasada se tiró sin hacer caca desde el martes hasta el sábado.
El viernes por la noche viendo que la niña iba a explotar como un lagarto de la tripa que tenía; le dí una cucharadita de jarabe de manzana, le puse un supositorio de glicerina, y un enema... pues ni con esas.
Decía que le dolía el culo, pero no salió na' de na'.
A todo esto la niña en uno de sus momentos hambrientos comiéndose a "Dios por los pies" y sin cagar...
El sábado por la mañana viendo que aquello no mejoraba la di para desayunar un zumo de naranja y otra cucharadita de jarabe de manzana. Y la cosa hizo efecto, ¡vaya, si hizo efecto...!
Menudo sábadito me pegué. Con un catarrazo de los de cama, con la casa hecha unos zorros porque el viernes no había venido la chica que me echa una mano, haciendo puré de verduras pa' que mi chica se desatascase... y la niña comenzó a evacuar...
Por supuesto ni una sola vez en el orinal... ¡imaginaros!
El domingo más de lo mismo.
El lunes volvimos a no hacer nada (claro que el cuerpo se le había limpiado requetebién); y el martes cuando parecía que volviamos a las andadas, le dije que si se quería sentar en el orinal mientras la preparaba el baño y me dijo que sí.
Y en una pis-pas... ¡HABEMUS, CACA!
Mi chica es una campeona...
Espero que muy prontito podamos decir que esto está superado.