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Adoptando...

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jueves, 28 de abril de 2011

DESPUÉS DE LA TORMENTA ...

... Siempre llega la calma.
4 días de tiras y aflojas ha durado la tontería de la comida.
Lo ha intentado, y tengo que reconocer que casi lo consigue, pero he conseguido mantenerme en "mi" sitio, y cuando se ha dado cuenta que daba igual, pues ha vuelto a comer lo que toca en cada momento.
Además es que tengo que decir que le gusta TODO. Anoche le puse por primera vez ensaladilla rusa y se lo comió sin decir ni pío.
Donde no me meto es en que coma ella sola, la ayudo un poco porque si no tenemos otro "conflicto".
En fin, cada día, cada minuto... vamos aprendiendo cómo se hace esto de ser padres. No es nada fácil, y además no hay "receta" perfecta; con lo que nunca sabes si lo estás haciendo bien.
Seguiremos al pie del cañón, disfrutando de la calma, porque, no es por ser agorera; la tormenta no tardará en llegar. Quizá no sea por la comida o sí; pero en cualquier caso ya se encargará mi chica de que suenen los truenos.

martes, 19 de abril de 2011

NO TIENE BATERÍA

Míheret está intentando tocar un silbato.
Lo hace con poca fuerza, apenas suena y dice:
"Mamá, no tiene batería"
Me parto. Está muy graciosa.

sábado, 16 de abril de 2011

LA COMIDA

Hoy tengo que confesarlo; mi hija saca, de vez en cuando, lo peor de mí. Lleva un par de días (y no es la primera vez), que no quiere comer. No le sale del .... comer. Sabe que me pone de los nervios cuando se pone tan tonta y cuanto más nerviosa me pongo, más cabezona se pone ella. Este rollo de la comida no tendría mayor importancia si siempre fuera así; pero es que en el cole y durante los dos años de guarde, aún estoy esperando un día en el que me digan que ha comido mal o que no ha querido comer. Se lo come todo, le da igual lo que le pongan y por supuesto ella solita. Y vamos que me lo creo porque lo veo con mis propios ojos. Puedo entender que quiera que la de yo de comer, vale; pero hoy ni siquiera ha abierto la boca. Ha dicho que no y durmiendo la siesta está, sin haber probado bocado. ¡¡¡ARGGGGG!!!! ¡Me saca de quicio! Ahora una hora después, me digo a mi misma. No pierdas los papeles, no la vocees, ponle la comida y si no se la come se la quitas y punto...; pero claro, cuando te mira con esos ojos orgullosos que se "recochinean" de tí ... no es tan facil mantener el tipo. Ya os contaré, para la merienda tiene preparado el plato de puré de verduras que le tocaba para la comida, aunque mucho me temo que volverá a "ganarme" la batalla. Soy consciente que el problema es mío. Me falta paciencia, me falta "mano izquierda" y a veces me sobran nervios y mal genio. Ya véis, no todo es color de rosa. Esto de ser madre también tiene sus "malos ratitos".

domingo, 3 de abril de 2011

EL ENCUENTRO

Bajamos del autobús no mucho después de 5 minutos de haber subido. La calle no estaba asfaltada; entramos en una casa baja con un patio. La casa se veía limpia, cuidada.5 Allí estábamos, por fin; en la casa de Mundiadopta y en unos segundos, al fin abrazariamos a Míheret. Todas las familias nos quedamos en el patio. Por allí estaban Teshe, Gebbeo y Feyissa (un etiope-cubano) que trabaja para Mundi aquí en Madrid. Nos dijeron que los niños irían saliendo de uno en uno al patio para conocerlos. En primer lugar le tocó el turno a un niño mayorcito que habían ido a recoger sus padres y su hermano. Cuando el niño salió fue emocionante porque corrió a abrazarse con su hermano. Le habían enseñado fotos de su nueva familia y lo reconoció rápidamente. Los padres se emocionaron muchísimo al ver cómo se abrazaban. Los demás también nos emocionamos, y desde ese momento se abrió, para Javi y para mí, el tarro de las emociones contenidas durante tantos días. Yo ya empecé a llorar. Poco a poco fueron saliendo otro par de niños, y ya dijeron: "¿Los papás de Míheret?" Nosotros nos adelantamos y sacaron un bebé, y Javi dijo ahí está; pero rápidamente yo supe que no era Míheret. Efectivamente era el bebé de otra de las familias. Detrás iba nuestra princesa. Llevaba un chandal rosa de Winnie the Poo, con el gorro puesto y unos calcetines rojos. Cuando nos la entregaron yo no podía dejar de llorar. Por fin, después de tanto sufrimiento, de tantos meses de espera, de tantas lágrimas.. Por fin, la abrazábamos, la olíamos, la besábamos... Es indescriptible. Ella se dejó hacer, nos miraba alucinada y sonreía. Tenía muy poquito pelo y estaba redondita. Se la notaba bien cuidada. Eso nos tranquilizó ya que vimos que había estado bien todo el tiempo que nos había estado esperando. Que el sufrimiento de los 4 meses que habíamos tardado en ir a por ella, solo había sido nuestro ya que ella había estado bien. Cuando cada familia tuvimos a nuestro peque pasamos a una sala donde tomamos café y palomitas, y donde alguno de los bebés se fue tranquilizando, ya que no quería separarse de sus cuidadores. Míheret seguía mirando todo con los ojos como platos y nosotros estábamos alucinados. Ya, por fin, estaba con nosotros. Hoy, a estas horas, más o menos; hace tres años de este día y puedo contarlo sin hacer ningún esfuerzo de memoria; y me sigo emocionando al recordarlo. Mucho de lo que vino después ya lo conocéis, está por aquí; pero todavía quedan cosillas que contar, sensaciones, sentimientos... y sobre todo queda contar el presente. Ese presente que adquiere sentido gracias a ella y que comparto con vosotros de mil amores.

sábado, 2 de abril de 2011

CERRANDO MALETAS

A estas horas hace tres años, nos sentábamos en las maletas para poder cerrarlas. En unas horas comenzaría el mejor viaje de nuestra vida. Intuiamos que sería bueno, lo deseábamos con todo el alma y todo el corazón, pero no podíamos ni imaginar lo maravilloso que sería. Además, nos fuimos dos, volvimos tres; y comenzó la gran aventura de SER PADRES; esa que jamás termina.