LAS ENTREVISTAS PARA EL CI

Al terminar los cursos Javi se iba al Camino de Santiago, así que paramos más o menos un mes hasta que volviese (como véis sin prisa, pero sin pausa).
Las entrevistas también fueron para nosotros una sorpresa muy agradable. En ningún momento nos sentimos evaluados, fueron más bien ratitos de autoconocimiento y conocimiento de la pareja. Aunque llevábamos 12 o 13 años juntos había muchas cosas que nunca nos habíamos dicho porque las dábamos por hechas.
Hablamos de nuestra infancia, de nuestras familias, de la juventud, del por qué la adopción ahora y no después de intentar con más "ahínco" la paternidad biológica... Hubo risas, llantos de emoción, y muchas horas delante de dos mujeres extrañas que sacaron lo mejor de nosotros.
La visita a casa tampoco fue ningún trauma. La trabajadora social vino, quiso ver la habitación que acondicionariamos para el niño/a y poco más. No abrió cajones ni armarios, no miró mal al gato, no pasó el dedo por el mueble...(todo eso son leyendas urbanas)
El informe que nos hicieron fue una preciosidad. Acertaron plenamente con cada uno de nosotros y plasmaron fielmente cual era nuestro proyecto de vida familiar.
Ni siquiera hicieron la devolución las dos juntas. Era verano y nos íbamos de vacaciones y querían darnos todo antes de irnos. Dijeron que les habiamos convencido 100% y que poco iban a añadir. Nos dieron los informes por separado.
Los llevamos a la Comunidad de Madrid, y a finales de julio nos llegó el CI.
¡Ahora comenzaba la aventura de verdad!