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domingo, 27 de mayo de 2012

PRIMER DESPRECIO

Acabo de leer este artículo de Pérez Reverte, y me ha encantado.
Yo confio en que se cumplan sus palabras, pero no va a ser tarea fácil.
Ayer mismo, un niño de 4 años no quiso darle a mi hija un beso porque era negra. Habían jugado toda la tarde, pero a la hora de despedirse le soltó la "perlita"; vamos que lo dijo tal cual.
Yo no estaba, me lo contaron.
Me he quedado sin palabras, con el corazón en un puño desde ayer.
 Me dí de bruces con la realidad. Hasta ahora no nos había pasado, tan directo, tan de frente.
Ella, parece ser, que se quedó seria; pero hoy he hablado con ella, y aunque me ha contado que el niño no la quiso dar un beso, no me ha dicho nada del por qué.
No se si no se dió cuenta realmente, o ha preferido obviarlo.
¿Qué deciros? Nada. Me quedé muy triste.
Esto me servirá  para darme cuenta que tengo que dotar a mi hija de herramientas, de estrategias y sobre todo educarla para que tenga una buena autoestima, porque esta es la primera, de las muchas "bofetadas" que la va a dar la vida.


14 comentarios:

  1. Es lo único que podemos hacer, darles armas, estrategias y, sobretodo, autoestima, que la tengan por las nubes.
    Aún ásí, tengo la dolorosa certeza de les harán daño más de una vez.....
    Que sociedad tan pobre tenemos!!!!

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  2. Pues sí, van a oir, sentir,... muchas barbaridades. ES una pena, pero no va a ser la última. Habla con ella. Se ha dado cuenta de todo pero le da vergüenza. Sácale el tema y enfréntate a él.

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  3. Los niños son crueles y desgraciadamente se tendrá que enfrentar a más de una... No pierdas la calma, refuerza a Mihiret y réstale importancia. Ánimo.

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  4. La primera bofetada siempre duele más y, ten por seguro que no será la última. Yo no sé si estoy preparado siquiera para la primera, pero desde el día 1 de mi paternidad me intento concienciar y pongo, junto con mi mujer, todos los esfuerzos del mundo para que dispongan de esas herramientas para que les resbalen las bofetadas.
    Ánimo, no hay dolor, la sensatez y los valores que le inculcas van a darte una infinidad de alegrías en comparación con las tristezas. Eres ejemplo.

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  5. Muchas veces he visto que un peque no le quiere dar un beso a otro, pero no que encima le diga el porqué.

    Algo no va bien en casa de ese peque, teniendo en cuenta que en las guarderías y en el cole coinciden con peques de distintos aspectos.

    Te habrás quedado triste, pero lo importante es como dice Xiao, que le subas la autoestima y le des estrategias para cuando sea mayor tenga como contestar.

    un beso

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  6. AH! me he leído el artículo de Arturo. Muy bueno. Y confío que será así en unas cuantas generaciones.

    Es cuestión de tiempo.

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  7. Durante la espera otros padres, y los psicólogos, nos hablan de todo esto. Y aunque te preparas para saber responder y para que los niños sepan responder, uno (al menos yo) no siempre está preparado para una cosa, la rabia... Y es que me gustaría que no me diesen tanta rabia las preguntas indiscretas, los desprecios, los eufemismos, pero no lo puedo evitar...
    De todas maneras, en el caso del niño que no quiso besar a tu hija, piensa que de no haber sido negra igual tampoco la hubiera besado, por alta, por baja, porque en ese momento estaba enfadado... ¿nos sentiríamos igual si le hubiese dicho que no la besaba por tener el pelo rizado?... Es por relativizar un poco, y domar la rabia...

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  8. Yo también lo leí, ME ENCANTÓ, POR FIN ALGUIEN ESCRIBE DEL TEMA!

    ES CUESTIÓN DE TIEMPO, DE POCO TIEMPO.
    Manuela

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  9. La verdad es que es muy triste, y también incomprensible después de haber pasado la tarde juntos jugando...
    Creo que, como bien dices, se trata de una situación a la que desgraciadamente vamos a tener que enfrentarnos muchas veces a lo largo de nuestra vida... Así que lo que está en nuestras manos es fomentar la autoestima de nuestr@s peques y luchar (en la medida de lo posible) por un mundo mejor.

    Besitos!

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  10. Mucho ánimo. Siempre duele más de lo que creímos o nos imaginamos. Y no acaba. No se puede decir mucho, salvo que estamos cerca, aunque sea por internet y sí te entendemos. Hay amigos con los que he dejado de hablar porque están convencidos de que soy exagerada.
    Besos. Blanca

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  11. Pues yo creo estar como tu antes de este episodio. No me lo he encontrado de esa manera. Lo máximo que hemos vivido es que le llamen negro de forma despectiva en el cole y él mismo me lo ha explicado, pero aún no recuerdo haber vivido una respuesta negativa que dependa directamente de su color de piel .Sé que llegará y ciertamente estoy de acuerdo contigo y con los comentarios. Somos nosotras y nosotros, padres y madres, quienes tenemos que estar atentos y trabajar para que sepan afrontar estas situaciones en la vida. Es realmente importante ocuparse y preocuparse por esas cuestiones. Es vital.
    Mucho ánimo y fuerza.

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  12. Muchas gracias por vuestras respuestas. Solo queda ir cogiendo "el toro por los cuernos" cuando vayan surgiendo las situaciones.

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  13. Seguirán,y seguirán,y seguirán,va a haber muchos momentos que,en el fondo nos van a doler más a nosotros que a ellas,ellas harán así,se quedarán calladas...serias...
    yo sigo diciendo que las tenemos que hacer fuertes,muy muy fuertes,y que nosotras también tenemos que ser fuertes,por lo que pueda venir.
    besiños
    pau

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  14. Me río yo del sufrimiento de un parto comparado con esto. De todas formas el 'sufrimiento' es subjetivo, osea de cada sujeto y algo personal e intransferible que cada uno vive como quiere y puede. La adopción ha sido lo más maravilloso y lo más duro emocionalmente que he pasado en mi vida. Desde que tomas la decisión de adoptar hasta el final (y eso que yo voy a mitad de camino). ¿Quién es nadie para juzgar el dolor o el sufrimiento ajeno?

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