Cada segundo de mi vida pienso en ti.
Desde el primer instante que te vi me enamoré sin saber que aún podía quererte mucho más.
Cuando te cogí entre mis brazos sentí una responsabilidad sobrecogedora, algo tan fuerte, inexplicable, arrasador...
Nuestra primera noche juntas fue el claro ejemplo de lo que sería el resto de mi vida. No pude dormir ni un minuto pese al cansancio acumulado.
Me horrorizaba pensar que si me dormía, pudieras necesitarme y yo no estar.
Esa sensación ya no se ha despegado de mí. De día, de noche, cuando estamos juntas, en la distancia... Da igual.
Quererte es saber que haría cualquier cosa por tí, aunque eso signifique enfrentarnos, enfadarnos o incluso alejarnos.
Amarte es aceptar tus miedos y sobre todo tus pérdidas. Esas que a veces te hacen sufrir y que ni tú misma, aún, reconoces. Saber que tenemos que estar ahí, a tu lado, en tu dolor; aún sabiendo que ni yo ni nadie podrá llena el vacío.
Pero si podemos hacer que sepas que puedes contar con nosotros incondicionalmente, que siempre estaremos a tu lado, incluso en los momentos en que nos llevas y llevarás al límite para hacernos demostrarte que te amamos sin condiciones.
Estos 5 años contigo han sido los mejores de mi-nuestra vida. Has llenado nuestro mudo, ¡nos estás haciendo tan felices!
¡TE QUIERO, HIJA MÍA!
Desde África por vocación
Hace 2 meses
joeeee... ya estoy a lagrimones...
ResponderEliminarlo comparto todo, a ver si se despierta y le doy un achuchon...
Precioso Merce! yo tambien me he emocionado! Besos
ResponderEliminarElena
Qué bonito! Me has emocionado! A Míheret le encantará leer esto cuando sea mayor. Un beso
ResponderEliminarPrecioso, valla llorera.Hermosas palabra Felicidades
ResponderEliminar