DE VERANO

Tantas cosas que contar, y la cabeza sin poder centrarse para escribir.
Ritmo vertiginoso el de este verano. Nunca imaginé que la decisión de irme a Walmara  iba a llenar mi tiempo, mi cabeza... de esta manera.
Ya hemos estado de vacaciones. Este año, tranquilitas. Visita a Granada, dos días de playa y el resto del tiempo pueblo y campo.
La "peque" ya ha cumplido 6 añazos. Y ha cambiado. ¡Vaya si ha cambiado! Está más grande, más redicha, más pre-adolescente... ¡No nos queda nada!
Y este mes de agosto, se me escapa de los dedos como arena que se va. No paramos de hacer cosas, de preparar materiales... y lo más durillo, en algunos momento, es el tiempo que no le dedico a la peque. Solo espero que vaya absorbiendo maneras de vivir la vida, que me encantaría que aprendiese. Que con el tiempo vea en mi viaje un ejemplo a seguir, un modo de vida; no que tenga que viajar a Etiopía sino que en la vida también pueden sacarse momentos para hacer algo por los demás.
Algún día explicaré que mi/nuestra relación con Abay, no es algo que haya nacido tan solo de nuestra relación con Etiopía, sino que en la vida del papi de la criatura y en la mía, siempre ha habido un huequito para esto del voluntariado.
Y volviendo a mi peque.
Como casi todos los veranos no está siendo fácil la convivencia. Le echo la culpa a "mi viaje" pero realmente, el año pasado también fue así. Esto da para otro post.
Me río yo de los que tan categóricamente afirman que cuando vienen pequeños no dan "problema". Y no es que de problemas, ni mucho menos, pero ahí están sus dudas, sus miedos, sus incertidumbres, ... y eso se refleja en "tiras y aflojas", en "llevar al límite"...
En fin... ya os contaré.
Por ahora, os dejo. Tengo que ponerme a plastificar material, a recortar, a preparar... Y entre medias, hacer unas albóndigas, peinar un pelo afro, hacer deberes...