El otro día una compañera comentaba la "exigencia" que le hacía una madre para que su hija hiciese en clase dos regalos para el Día del Padre; uno para el padre de la criatura y otro para la pareja de la madre.
La profe no lo hizo, y en eso estoy de acuerdo.
Sin embargo, hablando, la profe decía que la niña no puede tener dos padres a los que regalar, que uno u otro estaría haciendo el papel de padre.
Yo por el contrario, no estoy de acuerdo. Es más, si los padres/madres separados actuasen de una manera civilizada, podría ser hasta normal que la niña quisiese regalar a los dos (no era el caso, la niña solo quería regalar a su padre, y la madre lo que hizo fue romperle la poesía que le había escrito).
Si un niño desde pequeño ha vivido con sus padres separados, con una madre que habla del padre con cariño y respeto, con un padre que cumple su papel de padre... pues evidentemente querrá a su padre; pero si a la vez vive con la pareja de su madre, y ese hombre también hace un papel de padre, pone normas, da besos de buenas noches, se preocupa a diario de sus cosas, lleva a los peques al cine, al circo, al zoo,... le cura cuando duele, le escucha cuando sufre y encima quiere a la madre... ¿no querrá el niño también a ese "padre"?
Pues yo creo que SI.
Somos los adultos los que hacemos las cosas difíciles, los que encasillamos lo que "tiene que ser", y los que creamos con nuestra mente cerrada "conflictos de intereses".
Sería la madre, en este caso, la que debería saber solventar la situación. Primero tendría que saber si su hijo/a quiere realmente regalar a los dos y si es así no hacer que se sienta mal sino solucionar el problema. Hacer en casa otro regalito, escribir otra poesía, y sobre todo dejar claro a su criatura que hay espacio para querer a todos los que nos quieren sin por eso fallar a nadie.
Lo que nunca debería hacer es cargar a la maestra con un "problema" que ella no sabe y sobre todo no quiere solucionar.
Desde África por vocación
Hace 2 meses