Le decimos adios a agosto, y a mí por lo menos, me sabe a despedida del verano.
Ha sido un verano intenso, y que se ha hecho cortísimo.
Tener una niña de dos años no te deja tiempo para aburrirte que es lo que siempre me había pasado, si a eso le sumamos tener al padre de la criatura a tiempo completo en casa todo el verano (el paro también ha llamado a nuestra puerta), hace que las vacaciones se hayan pasado en un abrir y cerrar de ojos (es cierto que tengo dos meses, pero el cuerpo se hace a todo y no se hacen largas, jajaja).
Mañana empieza la guarde, el cole (para los profes), las horas cuadriculadas... y aunque da pereza, también es cierto que el cuerpo va pidiendo un poquito de orden (la báscula me lo está pidiendo a gritos).
Soy más rara que un perro verde, quiero ir a trabajar pero no quiero, quiero que pase el verano pero no quiero, QUIERO PERO NO QUIERO... ¿me explico?
Como veis necesito unas vacaciones
Desde África por vocación
Hace 2 meses