Ya hablé anteriormente de las renuncias que conlleva el proceso de adopción.
Pero evidentemente también tiene muchas cosas que nos enriquecen y que no nos daría la paternidad biológica.
Para mi lo mas importante son los compañeros de fatigas.
En nuestro caso durante este tiempo hemos conocido gente que ha sido muy importante para nosotros y que se han convertido en personas imprescindibles en nuestra vida.
Maica y Jorge: Los conocimos por el foro de yahoo. Desde el primer día que nos vimos supimos que aquello no iba a ser algo pasajero. Vivimos a la vez la ultima fase de la espera (la más dura), sin ellos nada habría sido igual. Desde el mes de septiembre de 2007, y hasta que fuimos a por nuestros hijos, hablábamos por teléfono casi a diario. Llorábamos juntos, haciamos cábalas sobre nuestras asignaciones, nos reiamos de nuestras fantasías... Para mí hubiese sido muy dificil este último empujón si su ayuda (el final fue desesperante, ya lo contaré). Ellos fueron a por su hijo el 14 de febrero y me trajeron el mejor regalo que pude tener: noticias de mi hija. La achucharon, la besaron, la hicieron fotos... Les robé unos minutos a su propia emoción del encuentro. Siempre les estaré eternamente agradecida. Después hemos compartido comidas, charletas, cumples de los peques, bautizos... y espero que nos quede mucho por compartir.
Loreto y Javier: Hicimos con ellos los cursos de padres. Recibieron su asignación en ese momento. Después de dos días de cursos no fuimos capaces de esperar a que saliesen de recibir la asignación. Todo el mundo al curso fue con asignación menos ellos y nosotros. Ellos la recibieron allí y nosotros nos quedamos con un palmo de narices. Sin embargo, esa misma mañana nos intercambiamos telefónos, y por la tarde-noche recibimos su llamada. Nos explicaron cómo eran sus nenes y entendieron nuestra "desaparición". Fue emocionante compartir con ellos la comida antes de que cogiesen el avión a Addis; también compartimos su llegada a Madrid. Ahora ellos están lejos, y nos comunicamos menos, pero los tenemos en nuestra mente.
Esperanza y José Luis: Compartimos con ellos el gran momento del encuentro. En cuanto nos vimos en Barajas, nos "pegamos" y sin palabras los cuatro supimos que iba a ser el mejor viaje de nuestra vida. Los días en Addis estuvieron llenos de emociones, lágrimas, y sobre todo muchíiiiiiiisimas risas. Vivimos la estancia de una manera tan positiva que lo disfrutamos al 100%. Esperanza no era madre primeriza así que me daba mucha seguridad tenerla ahí. Aunque el ajetreo diario no nos permite vernos muy a menudo, sabemos que estamos unidos por algo mucho más fuerte que la amistad: El encuentro con nuestras hijas.
Bego y Ramón: También los conocimos por el foro. Sin saber por qué hay conocidos cibernéticos que tu sabes que van a jugar un papel importante en tu vida. Bego siguió nuestro proceso con la avidez de quién sabe que el suyo va a ser similar, y va unos pasos por detrás. Tuvimos la suerte de encontrarnos en un encuentro de Mundi. A través de ella me ha llegado la oportunidad de colaborar en Abay, algo que tanto Javier como yo, estábamos buscando. Poco a poco nos vamos conociendo, y la verdad que compartimos muchas ideas, pensamientos y formas de ver la vida. Tengo la sensación que aún nos quedan muchas cosas que vivir juntas. ¿Quién sabe? El tiempo lo dirá.
Por ahí, me dejo a mucha otra gente, que aunque con menos contacto también me han enriquecido;Para todas un besote.
Lo mejor de todo, la gran familia que vamos construyendo y que me parece importantísima para mi hija. Que ella conviva con familias como la nuestra, que comparta momentos con niños negros, con niños adoptados... creo que es la base para que ella entienda y acepte su historia pasada, presente y futura.
Desde África por vocación
Hace 2 meses