Hace unos meses, mi suegra nos dijo que le había dado nuestro teléfono a la hija de una amiga para que nos llamase porque quería comenzar una adopción.
Nosotros inmersos como estábamos en el inicio del segundo proceso, hablamos con ella y le contamos todo de primera mano porque lo volvíamos a tener reciente.
Ella había pensado en países del este, pero se le "hacían caros". Nosotros le hablamos de África, de nuestra amadísima Etiopía y de las otras opciones.
Parece que colgó entusiasmada.
Ha pasado el tiempo y no hemos vuelto a saber nada de ella.
Le preguntamos a mi suegra. Hacía poco que había hablado con la madre de la chica.
¡Alucinad!:
Lo iban a dejar. Porque desde luego era carísimo. Ellos no tenían tanto dinero, y claro, África...
Además, al final ¿para qué?, tampoco iba a ser hijo suyo, si luego le daba problemas a ver qué hacían,... a lo mejor probaban con un tratamiento de fertilidad con donante, que así sí que era suyo...
Y si no, pues se comprarían un perro.
Oigo estas cosas y me quedo muerta, indignada, enfadada, triste, alucinada,... y no se cuantas cosas más.
Lo que está claro es que si esta muchacha tiene estos pensamientos lo mejor es que lo deje. Pero no solo la adopción, sino también los tratamientos, y si me apuras hasta lo del perro.
Así pasa lo que pasa.
Sinceramente, a veces pienso que hay quien no debería ser padre. Se que me estoy poniendo drástica, pero así me sale hoy.
Sangre, sudor y lágrimas estamos necesitando nosotros para formar una familia. Por favor, que gente de este tipo no engrose la listas de espera de las charlas, ni de los cursillos, ni de las ecais, ni de los países, ni nada de nada.
Pero lo peor, es que gente de este tipo me hace dolorosamente consciente, de que para una parte de la sociedad (bastante grande) somos una familia de segunda.
La incultura, la mente cerrada y la tontería mayúscula hacen mucho daño.
En fin, seguiremos aguantando y sobre todo presumiendo de FAMILIA, así, con mayúsculas. Porque eso es lo que somos.
Desde África por vocación
Hace 2 meses