Esta semana viviremos una nueva "experiencia".
La peque se va a la granja con sus amiguitos de la guarde y con la profe. Se va tres días (2 noches), como los "mayores", jejeje.
Aquí estoy escribiendo esto y con la congoja en el cuerpo porque en una horita, más o menos, me despediré de ella.
La verdad es que pensándolo con la cabeza, no se por qué cojones la hemos apuntado; pero supongo que ha tenido mucho peso todas las veces que su padre y yo hemos tenido este tipo de experiencias, y lo que hemos disfrutado con ellas.
Es cierto, que no nos fuimos tan pequeñitos, pero es que es una buena oportunidad. El sitio donde van está muy bien, yo lo conozco de haber ido con lo niños; va con la guardería en quien confiamos plenamente, y se que ella va a disfrutar.
Además no la viene mal dormir algún día sin nosotros, pero a la vez muy, muy acompañda, con otros 20 niños.
También creo que ella aunque sentirá que es mucho tiempo sin ver a sus papis, no será plenamente consciente y le vendrá bien para entender que nosotros estaremos ahí a la vuelta.
Hay quien me ha dicho que no se acordará, que para qué dejarla ir. Yo se que no se acordará, pero si que sé lo que va a disfrutar estos tres días. Al fin y al cabo, esto es ser padres; ofrecerles experiencias que llenen su vida, y que les hagan crecer. Experiencias que no siempre nos harán felices a nosotros pero si a ellos.
Entenderemos esto como un entrenamiento para dentro de unos años, cuando vayan llegando tantas y tantas cosas que nos acojonarán pero que tendremos que hacer por su bien.
Yo me he limitado a llenar estos dos días de actividades que harán que se pase el día más rápido.
Los que sois padre sabéis que llevaré la sonrisa puesta, pero que mi cabeza, mi corazón y mi pensamiento estarán pendientes de ella.
Ya os contaré.
Desde África por vocación
Hace 2 meses