Igual que solo una madre sabe lo que se quiere a un hijo; solo una madre sabe lo que se siente cuando, por fin, tras un madrugón, un día de trabajo, una visita a una amiga, un corre que te corre para poner un par de lavadoras, el baño, la cena, la niña que no quiere la cena, la niña que llora desconsolada porque no está su padre (cuando está no quiere estar con él)...; la niña se duerme.
¡Cuánto la quiero, y más aún cuando está dormida!, jajaja.
¡Estoy muerta!